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sábado, 10 de agosto de 2013

Diggin' the most for Comin' at you

El Sexteto de Joe Cuba
Después de varios años buscando su propio estilo y abriéndose paso dentro del ambiente musical neoyorquino, en la primera mitad de los 60 el Sexteto de Joe Cuba ya sonaba sólido, potente, instalado en la escena. Atrás quedaban esos experimentos de grabar merengues, chachachás y mambos -y lo que el público pidiese- para el sello Mardi Gras (algunos de ellos interesantes, aunque bastante alejados ya del propósito de este blog), o de incluir trompetas para emular a las big bands que tanto furor causaron durante los 50.
Cuba (nacido Gilberto Calderón) entendió que su fortaleza estaba en la brevedad de su orquesta y en la versatilidad de su repertorio, porque de esta forma podría colarse sin problemas entre grandes bandas, como sucedía cada vez que tocaba en el Palladium entre los sets de Tito Rodríguez y Machito, para estar dos horas más tarde dando otro show en un restaurant donde no cabría siquiera una orquesta de ocho músicos. Esa virtud comenzó a dar sus frutos: en 1962, por medio de su mánager, Catalino Rolón, Joe Cuba conoce al dueño de Seeco Records, Sidney Siegel, quien le ofrece sacar un disco (el sexteto tenía ya dos años sin pisar un estudio) y lanzarlo en órbita.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Sock it to me, Joe!

A mediados del año 2000, me parece, fui invitado a una reunión en un bar con aire de irish pub que estaba ubicado en una de las esquinas de Canal St. en su cruce con Broadway, a tiro de piedra de las oficinas de la página web en la que trabajaba. Creo que era el cumpleaños del amigo de un conocido mío, pero no los voy a agobiar con detalles que no interesan. Al bar se llegaba por una escalera de madera, estrecha y empinada. Arriba, las lámparas alumbraban cada una de las mesas haciendo sombra en el resto, el humo del cigarrillo -aún se podía fumar- teñía la atmósfera y escondía entre el smog a las dos mesas de billar. Había varios corros de muchachos, todos de aspecto alternativo. De ese alternativo que solo se ve en Nueva York: mezcla entre rockero, hippie y grunge, pero a la vez con un toque de refinación. O por lo menos así parecía ser todo a comienzos de milenio.
Había también un dj repartiendo música de los años 60: soul de la Motown, rock 'n' roll británico y otras voces deliciosas.
                                                                        Joe Cuba, el de la derecha                                            (Codigo Music)
De repente comenzó a sonar un boogaloo que alertó mis orejas. Por instinto empecé a seguir el tumbao con la cadera, poniendo cara de ¡ja!, este tema me lo sé, y ustedes no, gringolocos. Para mi sorpresa, los gringolocos también comenzó a moverse al ritmo de la clave, como si hubiesen estado bailando esa música toda la vida.
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